La Agencia Espacial Europea estrellará un satélite contra la Tierra para evitar residuos espaciales
La Agencia Espacial Europea (ESA) tiene previsto estrellar contra la Tierra el satélite Aeolus, que lleva casi cinco años en órbita y que se ha quedado sin combustible.
La Agencia Espacial Europea (ESA) tiene previsto estrellar contra la Tierra el próximo viernes 28 de julio un satélite llamado Aeolus, que lleva casi cinco años en órbita y que se ha quedado sin combustible.
El objetivo de esta misión pionera es evitar que el satélite se convierta en un peligroso residuo espacial y que su reentrada a la atmósfera sea lo más segura posible. Aeolus fue lanzado en agosto de 2018 para estudiar los vientos y mejorar las predicciones meteorológicas, pero su vida útil se ha acortado debido a una serie de problemas técnicos y a la alta actividad solar.
Desde el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA utilizan el combustible restante del satélite para dirigirlo en su reentrada a la Tierra, además, los científicos y los ingenieros de la misión trabajaron para calcular la órbita óptima para que Aeolus entre a nuestro planeta de manera controlada. La ESA explica que su plan de maniobras empezó ayer y que consiste en realizar una serie de impulsos para reducir la altura del satélite y aumentar su velocidad. El último impulso se hará el jueves 27 de julio, cuando Aeolus esté a unos 200 kilómetros de altura, y se espera que el viernes 28 el satélite entre en contacto con las capas más densas de la atmósfera y se desintegre por completo.
La ESA asegura que no hay riesgo de que ningún fragmento del satélite llegue a la superficie terrestre, ya que Aeolus tiene una masa de unos 1.400 kilogramos y una forma aerodinámica que favorece su desintegración. Además, el área donde podría caer el satélite es muy amplia y cubre los océanos y zonas poco pobladas. Sin embargo, algunos expertos advierten de que la reentrada de Aeolus no está exenta de incertidumbre y que podría haber algún resto del satélite que sobreviva al calor y al rozamiento. Por ejemplo, el profesor José Manuel Nieves, del departamento de Física Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, señala que la reentrada de Aeolus es un experimento arriesgado y que no se puede descartar que algún trozo metálico caiga en algún lugar habitado o cause algún daño material o personal. Nieves también critica que la ESA no haya previsto un sistema para desorbitar el satélite de forma más segura, como un paracaídas o un propulsor adicional, y que haya optado por una solución poco elegante y poco ecológica.
Por otro lado, algunos defensores del medio ambiente y del espacio exterior aplauden la iniciativa de la ESA de intentar eliminar un residuo espacial que podría suponer una amenaza para otras misiones o para la seguridad terrestre. Por ejemplo, la organización Clean Space, que promueve la limpieza del espacio, considera que la reentrada de Aeolus es un paso importante para reducir la basura espacial y para concienciar sobre la necesidad de diseñar satélites más sostenibles y responsables con el medio ambiente.
La reentrada asistida de Aeolus es la primera de este tipo que realiza la ESA, ya que el satélite no fue diseñado para una reentrada controlada y bajo circunstancias normales habría caído a la Tierra por sí solo en unos meses. Sin embargo, la ESA ha decidido ir más allá e intentar una reentrada asistida, lo que supone un desafío técnico y operativo. Según la ESA, esta misión servirá para aprender más sobre el comportamiento de los satélites en su reentrada y para desarrollar mejores métodos para gestionar los residuos espaciales.