El cambio climático y las emisiones de CO2: una amenaza global que requiere acción urgente
El mapa interactivo de la NASA muestra las emisiones de CO2 de los humanos en 2020 y su concentración en las zonas más industrializadas y pobladas del mundo. El CO2 es responsable del 80% del aumento del efecto invernadero. El cambio climático tiene efectos irreversibles y se intensificarán en las próximas décadas. La COP26 es una oportunidad para tomar medidas y financiar la transición hacia una economía baja en carbono.
El cambio climático es una de las mayores amenazas para el planeta y la humanidad. Una de sus principales causas son las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más abundante y persistente, que proviene de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y otras actividades humanas.
La NASA ha publicado un mapa interactivo que muestra todo el CO2 que emitimos los humanos en un año, desde enero hasta diciembre de 2020. El mapa utiliza datos del satélite Orbiting Carbon Observatory 2 (OCO-2) y del modelo GEOS-5 de la Oficina de Asimilación y Modelado Global de la NASA. El mapa muestra cómo el CO2 se concentra en las zonas más industrializadas y pobladas del mundo, como China, Estados Unidos, Europa e India, y cómo se dispersa por la atmósfera y los océanos.
También se observa cómo las estaciones influyen en el ciclo del carbono, ya que las plantas absorben más CO2 en primavera y verano que en otoño e invierno. El mapa es una herramienta para comprender de dónde viene y hacia dónde va el carbono, y cómo afecta al clima global. Según la NASA, el CO2 es responsable del 80% del aumento del efecto invernadero desde la era preindustrial.
Los efectos del calentamiento global causado por el hombre son irreversibles en la escala de tiempo de las personas vivas hoy y empeorarán en las próximas décadas. Algunos de estos efectos son el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos, la pérdida de biodiversidad, la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos, la escasez de agua y alimentos, y los conflictos sociales y políticos.
El mapa de la NASA también revela que más del 50% de las emisiones de CO2 ocurrieron en los últimos 30 años, lo que indica que la acción humana ha acelerado el problema. Según la BBC, entre 1751 y 2019 se emitieron unos 1.500 gigatoneladas (Gt) de CO2 a la atmósfera, pero más de 770 Gt se emitieron entre 1990 y 2019. Esto significa que cada año se emiten unas 36 Gt de CO2, lo que equivale a unas 100 millones de toneladas al día.
Ante esta situación, hay diferentes puntos de vista sobre cómo afrontar el desafío climático. Algunos sectores abogan por reducir drásticamente las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, mediante el uso de energías renovables, la eficiencia energética, el transporte público, la reforestación y la agricultura sostenible. Otros sectores proponen adaptarse a los cambios climáticos inevitables, mediante la construcción de infraestructuras resilientes, el desarrollo de tecnologías innovadoras, la gestión de los recursos naturales y la cooperación internacional. También hay quienes niegan o minimizan el problema, argumentando que el cambio climático es un fenómeno natural o que no tiene consecuencias graves para la humanidad. Estas posturas suelen estar vinculadas a intereses económicos o políticos que se benefician del statu quo.
La comunidad científica coincide en que el cambio climático es una realidad indiscutible y que requiere una acción urgente y coordinada para evitar sus peores efectos.
La COP26, la cumbre climática que se celebra en Glasgow entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre de 2021, es una oportunidad para que los países se comprometan a reducir sus emisiones y a financiar la transición hacia una economía baja en carbono. La COP26 ha concluido con un acuerdo denominado Pacto de Glasgow para el Clima, que recoge una serie de decisiones, resoluciones y declaraciones sobre las acciones clave para hacer frente al cambio climático.